martes, 28 de diciembre de 2010

No se si es real o ficticio, solo se que quiero vivirlo


En mi opinión, vamos al cine porque queremos ver cuentos de hadas. Una bella durmiente que despierta con el beso de su gran amor, una princesa que deja a un lado sus joyas para abrirse paso en el mundo, amantes separados que vuelven a reunirse... Pero la vida no es un cuento de hadas y los finales felices son escasos y cada mucho tiempo. En la vida la joven reina se vuelve una tirana y lleva a sus súbditos a la guerra. Por eso necesitamos las películas para recordarnos que, a pesar de todo, el amor todavía puede florecer hasta en los sitios más improbables y que a veces hasta los cuentos de hadas se hacen realidad.

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